Tienes que hacer fotos de la calle; ahí es donde está la vida!!
No consigo acordarme de la fecha ni de la hora exacta, pero sé que era un martes a la hora de comer. Los turistas llenaban las terrazas de los alrededores de la catedral. Yo paseaba con la cámara colgada; algún despistado podría haberme confundido con un visitante. Estaba haciendo tiempo para una cita que tenía a media tarde.
Sentí que me tocaban en el hombro y me volví. Directamente me preguntó: “¿de cuánto es el carrete?“. Al principio no lo entendí, pero se refería a mi cámara, ¡claro!
Algo desconcertado por la forma en que me abordó, le expliqué que no lleva carrete, que las fotos se guardaban en una tarjeta. Ahora quien me mira con recelo es él. Al darme cuenta de su sorpresa abro la trampilla de la cámara y le enseño la tarjeta de memoria. Así comenzó nuestra conversación sobre fotografía, sobre la calle, sobre las tiendas de compra-venta de artículos de segunda mano...
Finalmente me dijo:
─“tienes que hacer fotos de la calle, ¡ahí es donde está la vida!”
─¿Quieres ser mi primer modelo? ─le pregunté.
─“Claro“ ─Me dijo sorprendido.
Se sentó en el alféizar de un escaparate y tomé esta foto.
No consigo acordarme de la fecha ni de la hora exacta, pero sé que era un martes a la hora de comer. Los turistas llenaban las terrazas de los alrededores de la catedral. Yo paseaba con la cámara colgada; algún despistado podría haberme confundido con un visitante. Estaba haciendo tiempo para una cita que tenía a media tarde.
Sentí que me tocaban en el hombro y me volví. Directamente me preguntó: “¿de cuánto es el carrete?“. Al principio no lo entendí, pero se refería a mi cámara, ¡claro!
Algo desconcertado por la forma en que me abordó, le expliqué que no lleva carrete, que las fotos se guardaban en una tarjeta. Ahora quien me mira con recelo es él. Al darme cuenta de su sorpresa abro la trampilla de la cámara y le enseño la tarjeta de memoria. Así comenzó nuestra conversación sobre fotografía, sobre la calle, sobre las tiendas de compra-venta de artículos de segunda mano...
Finalmente me dijo:
─“tienes que hacer fotos de la calle, ¡ahí es donde está la vida!”
─¿Quieres ser mi primer modelo? ─le pregunté.
─“Claro“ ─Me dijo sorprendido.
Se sentó en el alféizar de un escaparate y tomé esta foto.
Es de las pocas fotos que tengo en la pared. Tiene muchos defectos técnicos, pero todo lo necesario para contarle una historia a quien quiera escucharla.
Y si no me crees, mírale a los ojos.
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La calle
noviembre 19, 2020
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